viernes, 12 de julio de 2013

EL IRLANDÉS (The Guard) - John Michael McDonagh, 2011

Película escrita y dirigida por John Michael McDonagh y que guarda un fuerte paralelismo con Escondidos en Brujas (In Brujes, 2008) tanto por su actor principal, que en ambos casos en Brendan Gleeson, como por el humor negro y violento que las caracteriza.

Y es que Escondidos en Brujas está escrita y dirigida por Martin McDonagh, hermano pequeño de John y que según la Wikipedia "cultiva una vertiente extrema del teatro de crueldad, conocida como In-yer-face, que destaca el aspecto violento y grotesco de las obras para captar la atención de espectador y que tuvo como predecesor el género del guiñol."
El Irlandés nos sitúa en el condado de Galway, donde unos criminales internacionales que trafican con drogas cometen diversos asesinatos. Esta situación propiciará la colaboración de la guarda irlandesa con el FBI para resolver este incidente.
El agente federal Wendell Everett (interpretado por Don Cheadle) llega a Galway encargado de dirigir el caso y se enfrentará a un fuerte choque cultural con el método de trabajar de la guardia, desordenada e ineficiente, así como con los irlandeses, que no dudarán en mostrarle su racismo y ostracismo, con conductas que encuentra inexplicables, con la oposición a colaborar con él o con la dificultad con el habla gaélica.
El sargento Gerry Boyle (interpretado por Brendan Gleeson) es el jefe de policía de Galway. Es poco ortodoxo, vago y putero, parece reunir todos los vicios y defectos que un policía pueda tener... excepto el de ser corrupto, a diferencia de muchos de sus compañeros. En un principio parece que a Boyle no le interese la resolución del caso, lo que hace que se oponga al trabajo de Everett, pero finalmente es el que colabora con él y participa activamente en su resolución.
Las críticas relacionan la temática de este film con el western: un hombre hace frente en solitario a la injusticia de una situación incómoda que el resto de vecinos prefiere sobrellevar antes que oponerse abiertamente a ella. La banda sonora apoya este paralelismo, ya que tiene un estilo similar al empleado para ambientar las películas de este género.
Posee un desarrollo argumental plagado de irregularidades, lo que hace que en ocasiones resulte un film pesado y lento, pero que en general está bien resuelto, destacando la actuación de Brendan Gleeson en un papel que parece hecho a su medida.
Irene

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